La frase “echa tu pan sobre las aguas” se encuentra en el libro de Eclesiastés 11:1. Es una metáfora que nos invita a ser generosos y a no tener miedo de compartir lo que tenemos con los demás, incluso si no sabemos con certeza cuándo o cómo se nos devolverá.
¿Qué puede significar echar el pan sobre las aguas?
Ser generosos con nuestros recursos: Esto puede incluir dar dinero, tiempo, talento o cualquier otra cosa que tengamos para ofrecer a los demás.
Ayudar a los necesitados: Cuando ayudamos a los demás, estamos sembrando una semilla que puede dar frutos en el futuro.
Confiar en Dios: Cuando echamos nuestro pan sobre las aguas, estamos poniendo nuestra fe en Dios para que provea para nosotros y para aquellos a quienes ayudamos.
No tener miedo de correr riesgos: A veces, ser generosos significa salir de nuestra zona de confort y correr riesgos. Sin embargo, es importante recordar que los riesgos más grandes a menudo conducen a las mayores recompensas.

Echar nuestro pan sobre las aguas es una forma de hacer del mundo un lugar mejor. Es una forma de mostrar nuestro amor y compasión por los demás. Cuando echamos nuestro pan sobre las aguas, estamos plantando semillas que pueden dar frutos para las nuevas generaciones.
Dale click sobre la siguiente imagen para ver el programa completo.